La banca abierta, también conocida como open banking, tiene la capacidad de contribuir a aumentar la inclusión financiera. En ese sentido, México ha dado un gran paso al regular la banca abierta, lo que permitirá crear un entorno financiero más abierto, competitivo y centrado en el cliente.
La inclusión financiera es clave para reducir la pobreza y, en consecuencia, permite a las personas tener una mejor calidad de vida. Por ello, en este artículo ahondaremos en las bondades que tiene impulsar el uso de la banca abierta.
Panorama de la inclusión financiera en México
Según el Reporte de inclusión financiera 2017, 44% de la población tiene al menos una cuenta en un banco o en una institución financiera. Alrededor de 42% de la población ahorraba en mecanismos informales y 14% de la población no reportó ningún mecanismo de ahorro.
En el estudio realizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) se observa que solo el 15% ahorra de manera formal. La buena noticia de los que ahorran formalmente es que tienen más de un servicio financiero, como cuenta de ahorro, crédito, seguros y Afore.
Por otra parte, el Banco de México afirma que el 95% de la población acostumbra pagar en efectivo gastos personales como transporte, alimentos y despensa. Respecto a otros medios de pago, 8% paga con tarjeta de débito, 4% con tarjeta de crédito y alrededor de 4% con vales de despensa.
Por otro lado, a pesar de que la mayoría de las personas tiene un teléfono móvil, más de 10 millones de adultos no tienen un cuenta banco.
Los beneficios de la inclusión financiera son muchos, por ejemplo, se fomenta el ahorro, reduce las actividades ilícitas e informales, se crea historial de crédito y se reducen los riesgos de utilizar efectivo.
Open banking: ¿qué puede hacer para acelerar la inclusión financiera?
La banca abierta obliga a las instituciones financieras a compartir datos de los clientes a proveedores externos a través de APIs, lo que fomenta la competencia y la innovación de los servicios financieros. Esto se traduce en mejores experiencias para los clientes. Aquí describimos algunos beneficios del open banking para la inclusión financiera.
Fomento de la innovación
Conforme la competencia aumente, tanto los bancos como otros proveedores se verán orillados a ofrecer productos, servicios y experiencias del más alto nivel a precios competitivos. Esto lo hemos podido ver en los últimos años en bancos internacionales. En México, los bancos se han actualizado poco a poco, ante la llegada de las fintech que han ofrecido soluciones completas, eficientes y rápidas a los clientes; muchas de ellas sin costo alguno.
En México, a pesar de la competencia, son pocas las entidades financieras que ofrecen herramientas de gestión de finanzas personales, con presupuesto, creación de metas, entre otras. Con open banking se espera que esta innovación se acelere. Se pondrán intercambiar datos entre diferentes instituciones, para que los clientes puedan tener un verdadero panorama financiero en una sola aplicación.
Con mejores herramientas de finanzas personales, las personas pueden tomar mejores decisiones sobre su dinero y alcanzar metas financieras. Por ejemplo, los usuarios de Finerio, la primera aplicación de finanzas personales en México, en promedio, ahorraron 21% de su gasto durante los primeros 4 meses de uso, según datos de la propia app.
De ahí la importancia de impulsar el uso de open banking y todas las herramientas de administración de finanzas.
Genera perfiles de riesgo más completos
Muchas personas quedan fuera del crédito formal por distintas razones. Hay personas que pueden ser muy buenos pagadores, sin embargo, como nunca han pedido una tarjeta de crédito o un préstamo ―quizá porque han podido pagar sus productos en una sola exhibición, no han tenido necesidad de pedir un crédito o no sabían que para tener las mejoras tasas de interés, deben construir un historial de crédito― han sido rechazadas de una institución.
O bien, es poca la información que pueden obtener las instituciones financieras del Buró de Crédito o Círculo de Crédito. Por lo tanto, los usuarios nada más pueden pedir un crédito, en la institución donde tengan una cuenta bancaria, con cierta antigüedad o capital; pero quizá no tienen las mejores condiciones.
En ese escenario, el open banking juega un papel importante en la democratización de productos financieros. Las empresas financieras pueden agregar datos de cuentas de ahorro, así como de hipotecas, seguros, inversiones, con los que podrán determinar con mayor seguridad, cuáles productos convienen a un cliente.
En otro escenario, si una persona ha llegado a un nuevo país, es posible que tenga un historial en otro país, pero no será visible para una nueva empresa y el cliente puede ser rechazado. Del mismo modo, una persona joven que recientemente salió de la universidad y tiene su primer empleo, puede ser rechazado de un crédito por falta de historial crediticio.
Claro que no estamos diciendo que las instituciones financieras disminuyan sus estándares de riesgo, sino que con más información tendrán la posibilidad de identificar a más clientes potenciales y ofrecerles los productos ajustados a la capacidad de ahorro y pago. De esa manera, más personas pueden acceder a productos financieros a su medida, de manera rápida, simple y rentable a través de una interfaz conectada.
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Mejores tasas de aprobación de hipotecas de alto riesgo
Si el proceso de solicitud de un crédito puede ser un reto, no se diga la aprobación de un crédito de alto riesgo como una hipoteca. Se trata de un proceso largo mediante el envío de PDFs, fotografías de recibos de pago o estados de cuenta.
A través de la banca abierta, el comprobante de ingresos podría enviarse instantáneamente desde la cuenta bancaria del cliente a la empresa que está activando el producto financiero. Sin importar, si el dinero de la cuenta se ha cobrado por completo, los ingresos se pueden verificar en tiempo real directamente desde el banco. Mientras que las cuentas fraudulentas o anormales se pueden identificar más fácilmente debido a la falta de ingresos y actividad. Esto aumenta significativamente las posibilidades de que las personas sean aceptadas. Y al mismo tiempo, la empresa mejora la eficiencia de sus procesos.
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Demostración de identidad y propiedad
El open banking es una gran herramienta para acelerar la inclusión financiera al poder demostrar con quiénes se está tratando. La verificación de un nuevo cliente requiere no solo demostrar que existe, sino que posee o controla los servicios en su nombre. Tener un pasaporte válido solo confirma que alguien existe. No obstante, se necesita demostrar que efectivamente la persona es con la que se relacionan en ese momento. Demostrar que alguien tiene acceso y control de una cuenta bancaria es una de las mejores formas de hacerlo.
La empresa puede pedir a un nuevo cliente que se vincule con su cuenta bancaria y se autentique como lo haría normalmente en su propia aplicación bancaria, tomando unos segundos. Así, no quedan dudas de que el cliente es quien dice ser, lo que facilita que las personas lo prueben.
Inclusión financiera y open banking para todos
La banca abierta tiene el poder de abrir el acceso a los servicios financieros a muchas más personas, ampliando el volumen de clientes potenciales para empresas. Además, propicia la eficiencia y reduce costos operativos.
La banca abierta puede brindar a todos la oportunidad de tener productos de calidad, que antes no se tenían por falta de conocimiento o datos accesibles. Sin embargo, las instituciones no se deben olvidar de construir una infraestructura segura para los clientes.
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