César Ferrari, superintendente financiero de Colombia, aseguró que el consumo del país llega al 92% del PIB como proporción del ingreso. Esta cifra plantea un panorama en el cual otras actividades económicas, como el ahorro que fomentan la inversión doméstica, son bajas. En términos macroeconómicos, la baja inversión no permite un aumento del stock de capital y la economía no puede producir lo suficiente, lo que impacta en la competitividad en Colombia.
Ese panorama, que resulta como consecuencia de los estímulos al consumo que se hicieron en la postpandemia para que la economía creciera, ven hoy como resultado una baja tasa de crecimiento, ya que, al haber gastado buena parte del capital en consumo en los años anteriores, el capital para inversión se ve reducido.
Tecnología aplicada para la competitividad en Colombia
De acuerdo con el Superintendente, «Colombia además de su estructura del ahorro y la inversión, tiene empresas que son poco competitivas. Las exportaciones son muy reducidas en comparación con el tamaño de la economía. De tal forma que se busca que el mercado doméstico satisfaga la oferta de las empresas nacionales».
A pesar de ese diagnóstico, algunas soluciones reales son posibles de la mano de la tecnología aplicada a los sectores económicos nacionales. Para que las empresas sean competitivas, de acuerdo con el superintendente, se necesita una tasa de cambio estable a un buen nivel que le permita al empresario hacer un flujo de caja, la reducción de costos de producción que van más allá de los salarios, como en vías o peajes, y la eficiencia del sistema financiero para colocar créditos.
Es sobre este último punto que el Open Data tiene reales posibilidades de impactar positivamente la competitividad en Colombia. Según José Luis López, CEO y cofundador de Finerio Connect, Fintech experta en soluciones de datos abiertos para el sector bancario y financiero, “el impacto del Open Data en el crédito está demostrado en las personas naturales, pues donde se implementa este modelo de negocio se otorgan muchos más créditos que en los países donde no. La misma lógica podría operar con una empresa, que en busca de financiación, permita usar sus datos para conocer su comportamiento”.
Oportunidades potenciales
Los modelos de Open Data aplicados al sector bancario, en especial al segmento de créditos, van mucho más allá de la evaluación de la validación de ingresos y la validación de la capacidad de pago, ya que pueden enfocarse en el monitoreo de esa misma capacidad y en las oportunidades de profundización de los créditos, así como unas cobranzas más efectivas.
En Colombia el Open Data se planea implementar de aquí al 2026, según lo proyectado por la Superfinanciera. De acuerdo con el CEO de Finerio Connect, “es importante que en los tres años que faltan se apoye la regulación y la aplicación de esta tecnología en compañías con casos de éxito, como puede serlo Ozone API, quien provee la infraestructura de Open Data al Reino Unido desde hace años”.
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