Alrededor del mundo, varios gobiernos están trabajando para regular el modelo que está revolucionando el sector financiero: el open banking. El objetivo del open banking o de la banca abierta es darle a los consumidores mayor control sobre sus datos. De esta manera, los empodera y les brinda autonomía sobre el manejo de sus datos y de sus productos financieros. La tecnología les permitirán consultar la información personalizada de distintos servicios financieros en una sola plataforma, para así elegir a los mejores proveedores.
Por otra parte, el open banking facilita el intercambio de información entre todos los tipos de instituciones financieras, a través de interfaces de programación de aplicaciones (APIs, por sus siglas en inglés), de manera segura y respetando la privacidad de los clientes.
Sin embargo, el desarrollo del open banking tiene muchas implicaciones tecnológicas y estratégicas que deben regularse, especialmente, para cuidar los derechos de los consumidores e impulsar las mejores condiciones para la industria.
En ese sentido, Europa así como el Reino Unido están dictando una tendencia a nivel mundial en el aspecto regulatorio. Una de sus iniciativas más reconocidas para regular las APIs y, por lo tanto, el open banking; es la directriz de servicios de pagos (PSD2, por sus siglas en inglés).
Europa marca tendencia en open banking
En un esfuerzo para armonizar la regulación de pagos y la protección al consumidor en todos los países miembros de la Unión Europea; en 2007, el Parlamento y la Comisión Europea emitieron una directriz para un servicio de pagos único (PSD1). La directriz fomentó una zona de pagos en euros, neutra, segura y eficiente; garantizando la igualdad de condiciones para todos los sistemas de pago y preservando la elección del consumidor.
En 2016, la Comisión trabajó en la directriz de servicios de pagos (PSD2) para actualizar la directriz original implementada en 2009. Pero, ahora con énfasis en la protección al consumidor en sus pagos en línea y en la innovación en el mercado, mediante el open banking.
Uno de los principios de la PSD2 es que, con el consentimiento del titular de una cuenta, los bancos deben otorgar acceso a la información financiera a un proveedor externo (TPP). Es decir, empresas como las fintech tuvieron la posibilidad de acceder a los datos bancarios para ofrecer nuevos servicios que procesen esos datos.
Asimismo, se habilitan a proveedores de servicios de pagos (PISP). Con esto se espera una generación significativa de más innovación, ya que permite hacer transacciones de dinero, desde y para diferentes proveedores en una misma interfaz. Un ejemplo de PISP es Alipay, el cual es conocido como el Paypal Chino; en Europa esta app permite hacer transacciones sin comisiones en línea y hasta pagar el transporte público en China.
Las autoridades de la Unión Europea conocen la importancia de blindar la información financiera de las personas. Por lo tanto, también reforzó su Reglamento General de Protección de Datos, algo así como la Ley General de Protección de Datos Personales en México. El reglamento está destinado a unificar las protecciones de datos personales en todos los países miembros de la Unión Europea. Sus disposiciones son relevantes para proteger los datos de pagos, tanto del pagador y del receptor.
En el caso específico del estándar de open banking en el Reino Unido, el cual fue impulsado por un grupo de investigación desde 2014; se incluye la implementación de un fuerte protocolo de seguridad. Además, en 2017, los nueve bancos más grandes del Reino Unido debían estandarizar los datos de las cuentas corrientes y de los productos de banca personal para permitir el acceso de terceros a información legible. También, se reforzó el papel de Autoridad Bancaria Europea para coordinar a la autoridades, hacer supervisión y redactar normas técnicas.
…
…
Regulación del open banking en el mundo
Varios países de todo el mundo ya están incluyendo en sus agendas la regulación del open banking. Aquí compartimos algunos ejemplos reportados
Canadá
En agosto de 2017, el gobierno de Canadá emitió un documento de consulta en el cual considera la importancia del open banking para el sector financiero en el país. Se incluye tambien una investigación de cómo se ha implementado la banca abierta en otras jurisdicciones.
Hong Kong
En Hong Kong, las autoridades han desarrollado un marco regulatorio que facilita el desarrollo y la adopción de las APIs en el sector bancario, como parte de su iniciativa “Smart Banking”. La autoridad incluye en su política el estándar de seguridad que requieren las APIs, como autentificación de identidad y un estándar común de sus funciones.
Japón
Japón, por su parte, emitió una enmienda a la Ley de Banca del país, en la cual se requiere que los bancos abran APIs para los proveedores de servicios de pago electrónico en 2020.
Australia
En Australia, la autoridad publicó sus recomendaciones de open banking en diciembre 2017. En el reporte se propuso la banca abierta como un paso hacia la implementación de un derecho de datos del consumidor en productos financieros. Abarcan desde cuentas corrientes y de ahorro hasta hipotecas y financiamiento de activos; así como la cooperación entre bancos y otros sectores.
Regulación del open banking en México
México se ha colocado a la vanguardia con la emisión de la Ley Fintech en marzo de 2018. El objetivo fue regular el funcionamiento del ecosistema financiero, pero también incluyó el concepto open banking. La Ley Fintech estableció que cualquier tipo de consumidor (personas o empresas) va a poder acceder a servicios más adecuados y eficientes; al mismo tiempo, el usuario también tendrá más control sobre la información que desee compartir o reservarse el derecho a hacerlo.
Autoridades mexicanas están trabajando en leyes secundarias para implementar el open banking, en marzo de 2020. Se espera que todas las instituciones financieras habiliten APIs para permitir el acceso a sus datos.
Esta reforma representa grandes retos para las fintechs, bancos e instituciones financieras, pero también grandes oportunidades. Por ejemplo, BBVA creó un API market para comercializar el acceso a sus APIs (solicitar un préstamo de auto con BBVA por ejemplo). BanRegio también permite el acceso a sus APIs de manera gratuita.
Del lado de los fintechs, Finerio Connect, por ejemplo, es la primera API de open banking en América Latina. Se encarga de conectarse a los bancos, de esta manera, limpia y procesa la información para que las instituciones puedan personalizar sus servicios y tomar decisiones más inteligentes.
En conclusión, como podemos observar, ya son varios los países en todo el mundo se están sumando al nuevo modelo financiero de open banking. México con la Ley Fintech, se suma a los países en los que, bancos, fintechs e instituciones financieras tienen oportunidad de colaborar para adelantarse y marcar tendencia.