Open banking ha llegado para revolucionar el entorno financiero. Por ello, con el fin de conocer las distintas perspectivas al respecto, platicamos con Jonathan Garzón, director de innovación y desarrollo de negocio de Cecoban. Entre lo que destacó fue que la generación de confianza y la inclusión financiera son los principales retos de open banking.
Para contextualizar, ¿qué es Cecoban? Esta institución nace como un fideicomiso del Banco de México, sin embargo, se transforma en una empresa privada donde participan alrededor de 42 bancos en igualdad de condiciones accionarias. A partir de ese momento, generaron los servicios de compensación de cheques interbancarios con uso de firma electrónica desde 1998.
Después ofrecieron una amplia variedad de servicios, entre ellos: certificación digital y constancia de conservación (NOM-151); timbrado de facturas electrónicas (siendo el facturador número 1 por volumen, según el Servicio de Administración Tributaria); apoyo a instituciones de crédito a vincular su conexión casi directamente al banco con las autoridades para la validación de identidad; y soluciones de firma electrónica a la medida.
Como podemos observar, Cecoban es líder en servicios digitales en el sector financiero por eso les preguntamos cómo impulsar el uso de estos, en especial, el open banking.
Concientización: clave para generar confianza en servicios digitales financieros
Open banking es un modelo que facilita el intercambio de información entre distintos tipos de instituciones financieras, a través de interfaces de programación de aplicaciones (APIs), permitiendo el acceso a los datos financieros de diversos servicios de los clientes, con previa autorización.
En ese sentido, “Lo principal es la concientización. Todas aquellas empresas que están volcadas en el proceso de transformación digital deben de ser empáticas con el usuario. Los usuarios están en un nuevo paradigma en el que no saben si todo lo digital es seguro” afirmó Jonathan Gazón.
Además, es necesario considerar que existe una línea generacional. “Para algunas generaciones lo normal es lo físico. En el que impregna la frase ‘papelito habla’. Eso hay que entenderlo y pensar cómo convencer y generar valor para que las personas cambien ese comportamiento.
Sin embargo, “para las nuevas generaciones lo más normal es que no tenga que ir a las oficinas físicas y entregar documentos. Los usuarios tienen expectativas de los servicios financieros como la experiencia de Amazon o Uber, donde todo es súper ágil y permiten controlar casi todo desde una aplicación”, comentó el directivo.
Es necesario ser empático con las generaciones que tienen que cambiar, pero también cumplir con las expectativas de las nuevas generaciones.”
Jonathan Garzón, Director de innovación y desarrollo de negocio de Cecoban
Asimismo, las empresas deben informar que existen muchos filtros de seguridad y cuáles son para que así los usuarios tengan confianza y usen los servicios financieros digitales, incluyendo open banking.
¿Cuál es el primer paso de open banking?
Open banking implica que las personas son dueñas de sus datos y no de las instituciones financieras. Por lo tanto, se pueden compartir con terceros. Sin embargo, las personas tienen desconfianza de compartir sus datos, por temor a ser víctima de un fraude. De ahí la importancia de generar confianza en el open banking.
No obstante, “hoy los datos ya están distribuidos, la persona no tiene control de sus datos. En la red hay mucha información desagregada, de lo que no tenemos control, lamentablemente” detalló Jonathan Garzón.
El primer paso de open banking es empoderar a las personas de sus datos.”
Jonathan Garzón, Director de innovación y desarrollo de negocio de Cecoban
Por lo tanto, las empresas involucradas responsablemente tienen la tarea de concientizar a las personas de los qué es y no es open banking.
De acuerdo con el directivo de Cecoban: “Open banking no es una obligación ni para el consumidor, ni para el usuario. Él es el que puede decidir si entrega sus datos o no. Si no quiere, no entrega nada. Esto es algo que no teníamos. Yo no le podía decir a mi banco, a mi fintech, o a mi casa de bolsa, ¡entrégale mis datos a él! Antes si el banco o el Buró de Crédito obtenía datos, eran de ellos. Hoy tú decides qué va a pasar con esos datos”.
Los únicos facultados para compartir información son los titulares de la cuenta, a cambio de un valor agregado.
“Algo bien importante, open banking no solo es dar la información y ya, el chiste es que yo como titular esté consciente del valor que me va a dar para que yo dé mis datos. Si no hay servicios de valor open banking no sirve para nada”, afirmó Garzón.
Los usuarios deben saber qué valor ofrecen las entidades y después ellos decidirán, si comparten su información o no. Un valor agregado puede ser una herramienta de gestión de finanzas personales, una tasa de interés personalizada para un crédito, procesos más ágiles de apertura de cuenta, entre otras. El punto es una mejora en el servicio.
Inclusión uno de los retos de open banking
Otro de los retos más detectados, además de la confianza en el open banking y para el uso de servicios financieros digitales es que las personas aún no tienen cuentas digitales o no tienen sus datos para acceder a banca electrónica. Y son esos datos, los que se necesitan para completar servicios de open banking, es decir, para intercambiar información entre entidades financieras.
“Eso lleva a otros temas, de los mayores retos del sistema financiero. 1) La reducción del efectivo, porque es caro para todos, es riesgoso. 2) Inclusión financiera. Los dos tienen que ir de la mano, porque no puede existir una sin la otra. No puedes reducir el efectivo, si no reduces la inclusión financiera. Y no puedes reducir la inclusión financiera si no tienes cuentas electrónicas en bancos o Fintech, para que la gente maneje su dinero”, detalló Jonathan Garzón.
El Banco Mundial ha establecido que, 7 de los 17 objetivos del desarrollo sustentable se logran con inclusión financiera, incluyendo la reducción de la pobreza.”
Jonathan Garzón, Director de innovación y desarrollo de negocio de Cecoban
“Open banking al dar soluciones más personalizadas y un abanico más grande de productos, va a lograr que la gente diga, sí me conviene tener mi banco aquí, porque me entiende porque me ofrece análisis y además, me voy a librar del efectivo”, afirmó el directivo.
“Por otra parte, existe una brecha digital, pero no por ello podemos detener el avance. Hoy hay personas que, teniendo acceso a Internet, no están utilizando sus bancas en línea, no tienen cuentas electrónicas; manejan todo su dinero en efectivo.
“El estudio de Banxico dice que más del 80% de la totalidad de los pagos es en efectivo. Es gravísimo porque hoy en la pandemia tenemos que manejar efectivo, ir al cajero, mover billetes y monedas por todos lados. Es lo que puede llegar a sorprender.
“Lo que tenemos que hacer es que esas personas que hoy tienen acceso a redes, que tengan internet en sus celulares, puedan y utilicen sus cuentas bancarias digitales. Paralelamente, se tienen que establecer políticas públicas para ayudar a masificar el uso de internet a todos los hogares” concluyó Jonathan Garzón, director de innovación y desarrollo de Cecoban.