Las empresas Big Tech son empresas tecnológicas cuyo modelo de negocio se centra en la explotación de tecnologías digitales y también de datos, por lo que suponen un nuevo reto de la banca. Ejemplos son compañías como Google, Amazon, Facebook, Apple, en los Estados Unidos, Alibaba en China, e incluso, en Latinoamérica podemos considerar a Mercado Libre.
Estas empresas están organizadas en torno a dos lados de la cadena de comercio. Por un lado tienen proveedores de bienes y, por otro lado, compradores de bienes. La navegación y las transacciones de compradores y vendedores en la plataforma crean una gran cantidad de datos. Estos datos permiten a las empresas Big Tech comprender cómo está evolucionando la demanda y la oferta de bienes y orientar la publicidad y las ofertas de productos a aquellos clientes que sean más receptivos.
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Las empresas empresas Big Tech no han estado muy activas en los servicios financieros, pero lo están haciendo cada vez más.
Alibaba: gigante también en servicios financieros
Por ejemplo, el grupo Alibaba incluye una compañía llamada Ant Financial, que es una compañía de servicios financieros. Una de sus filiales es Alipay, que por volumen, es la compañía de pagos más grande del mundo. Tiene más de 700 millones de usuarios activos. También opera un fondo del mercado monetario que es el fondo del mercado monetarios más grande del mundo, Yu’e Bao, con una valor de más 150 mil millones de dólares. Tiene un banco en línea y una compañía de seguros.
En 2018, Ant Financial recaudó 14 mil millones de dólares en capital de riesgo. Su valoración es aproximadamente la suma de la capitalización del mercado de Goldman Sachs y Morgan Stanley juntos.
Ant Financial ha demostrado cómo los datos de una plataforma se pueden usar de manera efectiva para otorgar un crédito. A través de Mybank, otorga crédito a las Pymes que venden en la plataforma de Taobao de Alibaba. De acuerdo con Hau, Huan, Shan y Sheng (2018), Ant Financial utiliza tanto datos históricos como datos de ventas en tiempo real en la plataforma, incluidas las calificaciones de los clientes, para otorgar líneas de crédito a las Pymes.
Con la ayuda de técnicas de aprendizaje automático, utiliza los datos disponibles para asignar puntajes de crédito a vendedores de plataformas. Los vendedores que reciben crédito completan un formulario en línea para recibir el crédito. Pueden realizarlo en un par de minutos. La línea de crédito se retira si el puntaje del vendedor car por debajo del límite mínimo. La tasa predeterminada es bastante baja en 1.2%. Con esto, las Big Tech suponen un reto para la banca.
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Manejo de datos: clave para las BigTech
Como podemos observar, el proceso para aprobar créditos de las BigTech muestran las ventajas que pueden competir con los bancos tradicionales. Las empresas de BigTech son grandes inversores en análisis de los datos que pueden utilizarse en muchas actividades. Sin embargo, lo más importante es que estos análisis de datos son de poca utilidad si los datos son escasos.
Muchos datos recopilados son muy ricos para tomar decisiones crediticias en comparación con los que tradicionalmente se utilizan. Los datos disponibles para las plataformas también podrían usarse de manera más general para préstamos a clientes. Las empresas de BigTech tienen la base de clientes para operar un banco digital.
Esto supone un riesgo incluso para las Fintech, las cuales suelen depender de los bancos tradicionales en especial en los depósitos. Una Bigtech puede tener un banco afiliado a través del cual podría tener cuentas de depósito, proporcionar a los clientes tarjetas de crédito y proporcionarles dinero electrónico. También podría poner a disposición de sus clientes una gran variedad de servicios financieros de terceros. Podría ayudarlos a elegir entre estos servicios.
Conclusión: Big Tech y bancos en el manejo de datos
Las empresas Big Tech tienen ventajas potenciales frente a los bancos y empresas fintech. Cuentan con todos los conocimientos técnicos y sistemas actualizados a los que los bancos aspiran. Tienen la escala que los grandes bancos tienen. Tienen acceso a datos que los bancos y empresas Fintech no tienen. No tienen problemas de organización que los bancos tienen.
En ese sentido, tendrían que regularse bajo las mismas reglas que bancos tradicionales y fintech. Es ese quizá el gran reto de las Bigtech para animarse a convertirse en un gran banco. Ya que implica varios procesos burocráticos que exigen las autoridades en cada país. Además, aunque tienen gran reputación aún no tienen esa confianza que han generado los grandes bancos, en especial para captar los grandes capitales. Tampoco son especialistas en sectores específicos como la gestión de patrimonio.
Los bancos tradicionales tienen esa ventaja y pueden trabajar perfectamente con fintech para alcanzar esa anhelada experiencia de usuario que han generado las BigTech. Sin embargo, el gran manejo de datos que tienen estas suponen una desventaja. Por lo tanto, en caso de incursionar en los servicios financieros es fundamental que estén reguladas para establecer las mismas condiciones que debe cumplir un banco.
Asimismo, como lo ha hecho la Unión Europea, ante el gran manejo de datos de las Big Tech es indispensable proteger la información de los usuarios y que sean ellos quienes pueden decidir si quieren compartirlos con terceros o no. Lo cual aún no está del todo claro en las leyes de protección de datos.
Sin duda la Big Tech representan un reto para la banca, no obstante, es un hecho que pueden trabajar de la mano para ofrecer mejores experiencia a los usuarios. Pero también es cierto que, si ofrecen servicios financieros y datos sensibles, se deben regular con las mismas reglas para bancos y fintechs.
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